Mujer cabeza de hogar y sus tres hijos recibirán compensación por predio abandonado tras la masacre de Puerto Alvira
El Juzgado Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Villavicencio ordenó compensar a una mujer cabeza de hogar y a sus tres hijos, con un nuevo predio a cambio del que debieron abandonar tras la masacre perpetrada por paramilitares en la inspección de Puerto Alvira en Mapiripán, Meta.
La historia de esta familia se remonta al año 1992, cuando la mujer adquirió el predio de 207 metros cuadrados, en el cual, además de residir con sus hijos, instaló el restaurante Piamonte como emprendimiento para el sustento familiar.
El fatídico 4 de mayo de 1998, la vida cambió drásticamente para esta familia: era un día lluvioso cuando la tranquilidad del caserío se vio interrumpida por la llegada de hombres armados, vestidos de camuflado y con pasamontañas, que se identificaron como paramilitares. Posteriormente, obligaron a la mujer y tres sus hijos menores a salir de su vivienda para luego llevarlos a orillas del río, donde una lista macabra dictó el destino trágico de varios habitantes del Puerto Alvira.
Mientras tanto, otro grupo saqueaba las viviendas y las incendiaba, dejando una estela de destrucción y terror en el lugar. Tras la matanza, los paramilitares dieron 24 horas a los pobladores para abandonar la vereda. La madre logró que sus hijos fueran evacuados en un avión del Ejército hacia Villavicencio y luego ella los alcanzó dos dias después.
Con la entrada en vigencia de la Ley 1448 de 2011, que busca restituir los derechos a las víctimas del despojo y abandono forzado de tierras, esta familia acudió a la Unidad de Restitución de Tierras (URT) para que llevara su caso ante la justicia.
Hoy, la mujer reside en Villavicencio y sus hijos están en el exterior, por lo que perdieron el arraigo. El juez declaró a esta familia víctima de abandono forzado de predios y ordenó la compensación como medida reparadora.
Robert Gabriel Barreto Lara, director territorial de la URT en Meta, indicó que “la historia de esta madre cabeza de hogar es un testimonio de resiliencia y esperanza en medio de las sombras del pasado. Esta familia beneficiaria con la sentencia de restitución de tierras, tendrá derecho a la oferta institucional del Estado en materia de reparación integral”.