Miedo

Por: Dúmar Álex Parra

Comunicador Social – Periodista

Un poco fuerte pero real, los acontecimientos delictivos de los últimos días en Villavicencio, entre los que, con dolor registramos la muerte de una niña de solo cuatro años, inocente víctima en un hecho de sicariato, los constantes atracos, especialmente a mujeres en diversos sectores de la ciudad, las amenazas y extorsiones a las que son sometidos algunos comerciantes, entre otros casos que se viven a diario en la ciudad; se han convertido en generadores de miedo entre los habitantes de la capital metense.

Realmente ya se siente temor caminar por algunas calles de la ciudad, escuchar una motocicleta que asoma en la esquina o sentarse a compartir con amigos y familiares en algún establecimiento público, pues a cualquier hora del día puede presentarse un asalto, ya no de dos delincuentes en una moto sino hasta de seis en tres motos, como se ha visto en algunos casos.

No se puede desconocer el esfuerzo de las autoridades por mitigar el impacto de la delincuencia en la ciudad, pero los operativos de control realizados en las noches por parte de la Policía Metropolitana, liderada por el coronel Sánchez, Silvestre, parecen no ser suficiente para ganarle a los ladrones. Con el sistema de justicia que hoy tenemos, más tardan los uniformados en capturar a un ladrón, que un juez de la república en dejarlo libre.

El miedo se viene apoderando de la gente por razones como esa. Algunos ciudadanos más arriesgados han optado por aplicar justicia por su cuenta, pero les va peor que a los delincuentes, una situación que, sin justificar el actuar de la comunidad contra los ladrones cuando los golpea, no parece tener lógica.

No podemos dejar que nos gane el miedo, aquí no podemos conformarnos con el hecho de que otras ciudades sean más violentas que Villavicencio, lo que necesitamos es un funcionario sin miedo en la Secretaría de Gobierno, otro sin miedo en la Alta Consejería para la Seguridad y sobre todo, una política clara y eficaz contra la delincuencia, donde se fortalezca la institucionalidad, desde las juntas de acción comunal en adelante, para que el trabajo de la Policía no sea en vano.

Señor alcalde, no más miedo para hacerle frente a la delincuencia que azota a la ciudad, no podemos seguir esperando tragedias para ofrecer recompensas, hay que buscar otras alternativas, sin miedo.