sáb. Abr 27th, 2024

Sancionado mayor del Ejército por darle licor con ají y pimienta a dos mujeres subtenietes, como bienvenida

La Procuraduría General de la Nación sancionó con suspensión de su cargo por 30 días al Mayor del Ejército Nacional, Mario Alberto Sierra Zambrano, por propiciar actividades contrarias a la disciplina militar para dos uniformadas que ingresaban al batallón. 

En fallo de primera instancia, el Ministerio Público confirmó que el uniformado avaló, organizó y presenció gran parte de los eventos denominados “Ritos de Iniciación” para dos subtenientes, la cual consistió en tres fases: 

  • Ingresar a la piscina con el uniforme institucional N°3, cruzarla y sacar de esta el sable como elemento institucional; lo cual se encuentra entre las prohibiciones propias de su cargo.  
  • Entrar a una habitación ubicada en un lugar denominado “guardia de campaña”, sitio en el que se activó una granada de humo, lo cual generó un incendio en el recinto: dónde las uniformadas debían buscar la gorra o quepis que usan entre sus atuendos.
  • Consumir licor con ají y pimienta en vainillas tipo 105, para obtener dentro de las bebidas las estrellas que representan el rango de subteniente; lo que ocasionó posteriormente, un estado de embriaguez de las oficiales. 

Debido a esto, la entidad corroboró que el Mayor incurrió en una falta reprochable al no prevenir eventos o situaciones que menoscabaran la integridad física y mental de las servidoras públicas de sus superiores o compañeros. 

A su vez, el militar actúo con desconocimiento de sus deberes y vulneró las normas de conducta con relación a sus subalternos, puesto que, organizó y realizó las actividades, a pesar de que, están prohibidos por el comando del Ejército.   

Por tanto, el ente disciplinario calificó la falta del servidor público como grave, a título de dolo. 

Finalmente, el ente disciplinario hizo dos importantes llamados a las fuerzas militares y a los servidores públicos en general para omitir de manera definitiva este tipo de actividades denominadas como bienvenidas o ritos de iniciación, puesto que, denigran la dignidad de las mujeres y de cualquier ser humano; y además, considerar el honor, respeto y decoro para llevar los uniformes designados para su servicio.