El emprendimiento como una forma de camuflar la precariedad
El día jueves, llegaron unos jóvenes del municipio de Granada Meta a @sunroof.coffee en compañía de @ricardopaezmarin, me emocionaba escucharlos hablar y contarme muy optimistas sus ideas de emprendimiento.
En ese instante, mi mente procesaba cada palabra que mencionaban y no sabía si motivarlos o ilustrarles la realidad de nuestro contexto, decirles que en estos tiempos, emprender en Colombia se ha convertido en una forma de sobrevivir, de rebusque.
Se han inventado discursos inspiradores donde ponen ejemplos de empresarios exitosos que empezaron en un garaje, y que su éxito es únicamente por su creación o mérito individual.
Pero si leemos el estudio que realizó la economista Mazzucato, donde afirma que Jobs era un “genio” visionario, que creó productos que revolucionaron la tecnología.
Pero sin la inversión pública masiva detrás de de la computación y del internet, la genialidad de Jobs no hubiese sido suficiente para crear productos como el iPhone.
Lo que Apple hizo fue aprovechar las tecnologías resultantes de inversiones masivas por parte del Estado (como internet, el GPS, las pantallas táctiles, las baterías de litio entre otras). Por eso cuando vemos un iPhone, es la perfecta demostración un gobierno emprendedor, que genera las condiciones y apoya el emprendimiento para que mediante la inversión pública fortalezca sus ideas creativas.
Y es claro que eso no sucede aquí, porque los políticos se preparan para el discurso del convencimiento, no conocen los procesos del emprendedor, tienen un concepto equívoco de lo que realmente es competitividad, sin mencionar lo que ya todos sabemos.
No se trata bajar los brazos, tampoco desistir o claudicar. Es ahí donde se necesita más que teoría, más que motivación, más que intuición y optimismo.
Para ello, se hace necesario forjar de forma autónoma mejores hábitos, conocimientos específicos, habilidades blandas, inteligencia financiera, creatividad, imaginación, investigación etc. Para que no salgan a rebuscarse o sobrevivir en el emprendimiento, y que por lo contrario desarrollen ecosistemas y plataformas con derivados que sean sostenibles en el tiempo y genere ese impacto social que estos jóvenes anhelan.
